Desarrollo de Clusters (aglomeraciones)
        En el transcurso de la década de los 90, los clusters se
        convirtieron en un objetivo de las iniciativas locales y regionales para
        promocionar la competitividad y la creación de empleo. Un hecho que
        jugó un rol importante en introducir a los clusters dentro de la agenda
        política fue la publicación en 1990 del libro La ventaja competitiva
        de las naciones escrito por el experto en gestión Michael Porter, el
        cual en realidad se refiere más a regiones subnacionales que a
        naciones. El argumento de Porter subraya lo que otros autores han
        afirmado anteriormente, es decir que las firmas que operan en las
        proximidades de un conjunto de firmas relacionadas y de instituciones de
        apoyo son a menudo más competitivas que las firmas que operan de una
        manera aislada. Este se debe tanto a la competencia como a la
        cooperación. La competencia a nivel local es generalmente mucho menos
        abstracta y a menudo implica rivalidades personificadas, creando de esta
        manera una presión más fuerte que la del mecanismo anónimo de la mano
        invisible. La cooperación no significa necesariamente alianzas
        formales, aún cuando los competidores hayan mostrado una tendencia
        creciente a llegar a acuerdos, tales como una alianza tecnológica
        estratégica. La cooperación a nivel local frecuentemente implica
        actividades como la comunicación informal entre firmas a lo largo de la
        cadena productiva, o el intercambio de información sobre innovaciones
        que se realiza disfrutando de unas cervezas o que se realiza a través
        de los empleados, cuando se cambian de una firma a otra.
        Tales constelaciones han sido observadas especialmente en Italia en
        donde los clusters, a menudo conformados principalmente por pequeñas y
        medianas empresas, han demostrado mucho más dinamismo que las grandes
        empresas, ya sean privadas o públicas y han logrado establecer una
        fuerte presencia en los mercados mundiales. Los distritos industriales
        italianos se convirtieron en algo así como un punto de referencia
        mitológico. Éstos no son una constelación estática sino más bien
        están viviendo una evolución dramática. En la década de los 90 se
        encontró que al interior de muchos de ellos se estaba llevando a cabo
        un proceso de concentración, mientras que algunos otros empezaron a
        reubicar ciertas actividades en otras ubicaciones.
        Por cierto, otro punto de referencia importante fue el valle de
        Silicon, el cual también fue descrito como un cluster, o más bien como
        una aglomeración consistente de varios clusters interrelacionados. Tal
        fenómeno ha sido conceptualizado bajo varios títulos: sistemas de
        innovación regional, milieus innovativos, la región como un nexo de
        interdependencias no intercambiables. Cada uno de estos enfoques pone
        énfasis en aspectos distintos, pero con respecto a la recomendación de
        políticas las diferencias son mínimas. El dinamismo impresionante de
        tales lugares motivó a los actores de otras regiones menos dinámicas a
        formular iniciativas de clusters con el fin de estimular el crecimiento
        y la creación del empleo.
        En últimos años se ha tenido la oportunidad de observar un número
        de iniciativas clusters tanto en países industrializados (Alemania y
        España), como en países que están en proceso de industrialización
        (principalmente en Brasil). Una observación común en ellos es: Es muy
        complicado formular e implementar exitosamente iniciativas de
        competitividad basadas en los clusters en lugares en donde existe poca
        tradición de cooperación. Existen muchos lugares que coinciden con la
        definición de la literatura académica de los clusters, pero muchos
        (casi la mayoría) de ellos no muestran tener la cultura de cooperación
        descrita en la literatura sobre Italia. Frecuentemente ocurre que la
        cooperación dentro de un cluster -entre firmas, entre firmas e
        instituciones, y entre el sector privado y público- es débil,
        especialmente cuando se relaciona con actividades que van más allá de
        las transacciones de negaciones usuales. Esta debilidad se manifiesta
        particularmente en acciones colectivas que incrementan la competitividad
        de un cluster en su conjunto. En un estudio de 160 clusters, el
        investigador Michel Enright encontró que en una escala de 0 a 5, la
        importancia de la organización dentro de los clusters fluctúa
        mayormente entre 1 (no muy importante) y 2 (poco importante). En un
        cluster con poca tradición en acciones colectivas y una organización
        no muy efectiva, los actores locales percibirán los conceptos tales
        como "eficiencia colectiva", es decir la competitividad basada
        en un intenso trabajo de redes entre las firmas, como una extraña
        sugerencia debido a que no concuerda con su experiencia de rivalidad
        local.
        Pero puede existir innovación en la forma como operan este tipo de
        clusters. Innovación en este caso no se refiere a la innovación de
        procesos y productos dentro de una firma, es decir la innovación como
        la fuente de competitividad de las firmas. En este respecto, los
        clusters a menudo han demostrado ser entornos provocadores de la
        innovación. La rivalidad localizada es uno de los factores
        estimulantes, pero los otros factores -comunicación informal entre las
        firmas, institutos de capacitación competentes, extensión
        tecnológica- también juegan un rol importante. Sobre estos aspectos
        trata mayormente la literatura sobre la innovación en los clusters.
        Pero la promoción de los cluster está más relaciona con la
        innovación social. Esto se aplica al paradigma de los clusters, es
        decir la forma en que los actores de los clusters definen los temas
        principales. Uno de estos temas es el paradigma de la organización
        industrial local, es decir el concepto predominante sobre la forma más
        adecuada de resolver la decisión entre manufacturar o comprar; en otras
        palabras se trata del problema de la integración vertical dentro de las
        firmas y la división vertical y horizontal del trabajo entre firmas.
        Otro punto importante es la manera en que los actores de los cluster se
        definen así mismos, y las características de las relaciones entre
        ellos. Con respecto a cualquiera de estos temas, la capacidad innovadora
        de los clusters es importante para su evolución y esencial para su
        sobre vivencia.
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