El desarrollo urbano/regional
Las disciplinas del desarrollo económico
local y del desarrollo urbano se entrelazan de varias maneras. El
desarrollo del mercado inmobiliario con fines industriales, la
construcción y mantenimiento de carreteras y el mejoramiento de los
mercados son algunos ejemplos de las actividades del desarrollo urbano,
y que tienen un efecto directo sobre el desarrollo económico local y la
creación de empleo. Como ya se indicó en el segundo triángulo,
algunas de estas actividades se encuentran bajo la categoría de
factores de ubicación tangibles y otras bajo la categoría de factores
de ubicación intangibles.
Una de las actividades más esenciales
entre éstas es el desarrollo del mercado inmobiliario. Sin la
disponibilidad de bienes inmuebles, ningún empresario puede considerar
iniciar una nueva empresa o expandir la existente, aún si todos los
otros aspectos favorecen la inversión. Los bienes inmuebles no son
"simplemente" terrenos disponibles. Para poder convertirse en
un activo de valor para el desarrollo económico local se tienen que
aclarar y trabajar varios temas: las zonas industriales y residenciales
tienen que ser separadas y deben existir planes de desarrollo de bienes
inmuebles apropiados para evitar la existencia de espacios amorfos.
Además los terrenos deben estar conectados a las redes de agua potable
y alcantarillado, deben de tener acceso a la electricidad y deben de
estar libres de contaminación y deshechos (ver también Real Estate Development).
Otros
aspectos "clásicos" del desarrollo urbano se refieren a
problemas de infraestructura. Una infraestructura adecuada de transporte
(carreteras, trenes, fluvial/marítima y aérea), comunicación,
energía y de agua es vital para muchas empresas (para una discusión
más detallada vea la sección Factores
tangibles). Nadie pone en duda la importancia de la infraestructura,
el gran reto está en su financiamiento y en su control.
Existen
proyectos de infraestructura que realmente rebasan las posibilidades
financieras de un gobierno local. En el pasado los gobiernos locales
optaban por acceder a fondos de los gobiernos provinciales o nacionales,
o buscaban fondos externos si tenían la potestad para hacerlo. En los
años recientes ha surgido otra opción: La sociedad pública-privada
(Public-private partnerships). Estas sociedad pueden tener muchas formas
(vea también Sociedad
pública-privada). Una de éstas se refiere al financiamiento de
infraestructura, en el cual, por ejemplo, una cierta parte del capital
de inversión y del conocimiento operacional proviene de un inversor
privado, mientras que la otra parte es proporcionada por fuentes
públicas locales. En contraparte, el inversor privado recibe una parte
de todos los ingresos abonados por los usuarios de los servicios. En
este tipo de sociedad, está previsto que el socio público defienda los
intereses públicos (por ejemplo "¿Responde esta ruta de
transporte terrestre a las necesidades de los pobres?"). Esta
opción no puede ser considerada como la cura para todos los males, pero
vale la pena tenerla en cuenta como una posibilidad adicional de fondos
de financiamiento.
Otro aspecto es el
control de las compañías activas en la provisión de infraestructura.
Particularmente en la década de los 90 se dieron olas de privatización
en varios países. Estás incluyeron también empresas proveedoras de
suministros públicos (suministro de agua y electricidad) y del sector
de telecomunicaciones. En algunos países, las autoridades municipales
se convirtieron (y aún son) actores partícipes en estas compañías,
dándoles cierto control sobre las operaciones y decisiones de
inversión. Pero en muchos otros países no sucedió esto; especialmente
en lugares en los cuales los procesos de descentralización son nuevos,
las autoridades locales no están en posición de ejercer un fuerte
control sobre los proveedores de bienes públicos. Sin embargo, existen
opciones disponibles:
-
Las autoridades locales pueden
invitar a los representantes de los suministros de la región a
participar en las mesas de discusión, en las cuales todos presenten
sus problemas y escuchen el punto de vista de la otra parte. Lo
ideal sería que las empresas de suministros tengan en cuenta
algunos de los problemas locales en la toma de decisiones sobre sus
actividades.
-
Otra opción juega con las cartas de
la política y trata de influenciar ya sea a políticos con alta
influencia o lo medios de comunicación para que ejerzan presión a
favor del área local. En general, cuanto mejor es la imagen del
área local y mejor es la cooperación entre comunidades vecinas,
mayor es la presión que se puede ejercer.
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