La definición participativa de
        estándares (Benchmarking)
        
La definición participativa de
        estándares (Benchmarking) es una actividad en la cual las empresas, las
        instituciones públicas o privadas, los programas de desarrollo, etc. se
        analizan continuamente a sí mismas y se comparan con los líderes en su
        área, para identificar, adaptar e implementar de manera eficiente las
        mejores prácticas, hacer un uso de los recursos más eficiente y lograr
        ahorros financieros. En un inicio este instrumento fue utilizado por las
        empresas para mejorar su funcionamiento, pero hoy en día se ha
        convertido en un instrumento común en todo tipo de organizaciones y
        programas.
        
En las últimas tres décadas se han
        incrementado los proyectos de planificación comunal que hacen uso de
        estándares e indicadores definidos participativamente para medir el
        progreso de sus actividades. Se pueden encontrar estos proyectos a nivel
        nacional, regional, o local en varios países alrededor del mundo.
        
En términos generales, estos proyectos
        tienen 5 características en común:
        
          - 
            
tratan de integrar los objetivos
            económicos sociales y del medio ambiente teniendo como marco una
            visión general de desarrollo
 
          - 
            
definen estándares concretos y
            desarrollan indicadores apropiados para monitorear los logros
 
          - 
            
los indicadores y estándares son
            propuestos, desarrollados y monitoreados aplicando procesos con
            diferentes formas de participación de la comunidad; algunas veces
            abarca a toda la comunidad y otras el proceso se efectúa a través
            de paneles de especialistas con la participación ciudadana
 
          - 
            
por lo general son procesos
            interactivos de largo plazo (es decir de más de cinco años)
 
          - 
            
tienen o logran tener a través del
            tiempo alguna relación formal con los procesos de gobernabilidad en
            sus comunidades
 
        
        Para lograr un proceso exitoso de
        definición de estándares, se debe poner especial atención para
        vincular los estándares e indicadores de forma apropiada. Al igual que
        un viajero necesita de un mapa y una brújula, una comunidad necesita
        saber hacía dónde se dirige (los estándares o puntos de referencias
        que hacen las veces de un mapa) y en dónde se encuentra ahora (los
        indicadores o la brújula). Durante el proceso de definición de
        estándares y sus indicadores las partes involucradas (ciudadanos
        pertenecientes a diferentes grupo de interés y con distintas funciones,
        como por ejemplo la cámara local o regional de industria y comercio,
        así como asociaciones cívicas, es decir consumidores, padres de
        familia, grupos medioambientales, gobiernos locales, expertos,
        autoridades informales) tienen que elegir aquellos estándares e
        indicadores que mejor capturen las aspiraciones de la comunidad o grupo
        de comunidades. El valor crucial de definir estándares e indicadores
        comunales de una forma participativa radica en que los ciudadanos
        trabajan juntos para determinar metas para el futuro y a través de la
        participación en el monitoreo de los progresos hacia estas metas
        conocen los recursos que son necesarios y comprenden mejor los retos y
        limitaciones que tienen que enfrentar.
        
El resultado de éstos procesos no deben
        ser tan solo los estándares e indicadores mismos, sino también una
        incremento en las actividades comunales (proyectos y estrategias
        locales, comités y encuentros de personas interesadas en un desarrollo
        sostenible, estándares mejorados para procesos gubernamentales), una
        mejor percepción y comprensión de las prioridades gubernamentales y
        comunales y con el tiempo, comunidades fortalecidas.
        
La definición de estándares no debe ser
        considerada como un ejercicio puntual. Para ser efectivo debe
        convertirse en una parte integral de los procesos continuos de mejoras y
        debe tener la meta de estar siempre a nivel con las mejores prácticas.
        
Un proceso de definición de estándares
        incluye los siguientes pasos:
        
          - 
            
Auto evaluación: Una
            documentación y análisis de la visión, prácticas y medidas
            exitosas de la propia organización o programa, llevada a cabo en un
            proceso participativo y que permita tomar la decisión sobre qué
            estándares definir. Es recomendable elegir sólo uno o algunos
            componentes de un programa en vez de tomar el programa entero, con
            el fin hacer manejable el proyecto y enfocarlo hacia los aspectos
            más importantes.
 
        
      
        
       
        
       
        
          - 
            
Implementación: Piense
            cuidadosamente en los cambios que permitirán llevar a cabo las
            mejoras (es decir recursos, cambios de horario, etc.). Comunique los
            resultados y consiga apoyo para los cambios que desea realizar.
            Diseñe e implemente un plan de acción para aplicar las mejores
            prácticas identificadas. Reduzca sus resultados a pocos principios
            centrales y luego muévase de estos principios hacia estrategias y
            planes de acción.
 
        
      
        
        Para mayor información consulte:
        Benchmarking
        in Europe y The Public Sector Benchmarking Service 
        
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